A continuación sus declaraciones:
"Cuando yo tenía 16 años de edad, ya me habían detenido y me mandaron a un psicólogo para ver cual era mi problema. Dijeron que yo era un maníaco depresivo, y me asusté al escuchar la palabra "maníaco". Pensé si estaba loco o algo así. A veces me hubiera gustado entrar en esos estados profundos de la depresión en la que simplemente no tendría que hablar con nadie ni hacer nada. Yo quería estar solo, pero entonces tenía muchísimas ganas de hablar con todo el mundo, en un estado alterado de locura."
Recordemos que una persona que sufre un transtorno maníaco-depresivo es aquella que no controla sus estados emocionales.
"Cuando yo tenía 16 años de edad, ya me habían detenido y me mandaron a un psicólogo para ver cual era mi problema. Dijeron que yo era un maníaco depresivo, y me asusté al escuchar la palabra "maníaco". Pensé si estaba loco o algo así. A veces me hubiera gustado entrar en esos estados profundos de la depresión en la que simplemente no tendría que hablar con nadie ni hacer nada. Yo quería estar solo, pero entonces tenía muchísimas ganas de hablar con todo el mundo, en un estado alterado de locura."
Recordemos que una persona que sufre un transtorno maníaco-depresivo es aquella que no controla sus estados emocionales.
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